RESEÑA | SUZUME UNA PUERTA SIN CERRAR





El fenómeno mundial Suzume del aclamado director Makoto Shinkai, quien ya es conocido por películas como Kimi no Nawa, Kotonoha no Niwa o 5 centímetros por segundo, por fin estrena en México y Latinoamérica no sin antes haber escalado entre las 10 películas de anime más taquilleras a nivel mundial.



La historia en pocas palabras nos cuenta la historia de Suzume una joven cuyo pasado, presente y futuro se cierne sobre el desastre y la pérdida.

Los poderes sobrenaturales que nos muestran en esta cinta van más allá de lo que hemos visto en las últimas películas de Shinkai, antes podiamos verlos como una fuerza superior que estaba presente, pero que no podías ver o tocar, ahora se hacen presentes dentro de la mitología de esta película con el objetivo de reforzar el poderoso mensaje y propósito de esta cinta, el cual en palabras del director es poder seguir adelante a pesar de las adversidades.

La animación también es cine


Esta película rompe con escenarios y paisajes increíbles típicos de Japón y es la primera vez que vemos una pelea brutal en pantalla en una de las últimas películas de Shinkai.
El arte te envuelven dentro de la trama principal y la mitología de ese mundo, cuyos salvadores son una clase personas comunes quienes deberán cargar con la responsabilidad de no dejar salir a una fuerza sobrenatural del más allá, la cual es fuente de desastres naturales que afectan a Japón.

La pieza clave: Música


Radwimps nuevamente como parte de la banda sonora, la cual para mí está muy por debajo de las últimas de la agrupación para las películas de Makoto Shinkai.

"Suzume"el tema principal, es clave dentro de la película, sin embargo, no es una de las mejores piezas y composiciones sonoras porque a pesar de ser emocionante, esta no brilla con la trama y esta fluye sin un acompañamiento que refuerce más allá del notable trabajo de animación.


Una puerta sin cerrar


Con elementos de vida del propio director, esta historia se construye a partir del desastre natural que sucedió en Japón en 2011, por eso es que los paisajes se sienten tan naturales como si ya lo hubiésemos visto. Un evento así deja una huella en el alma de los sobrevivientes y más para un niño, el mensaje es claro en la película, pasado, presente y futuro se juntan para poder conducir a la protagonista a superar las heridas de la pérdida.
La película es una construcción definitiva de como podemos recuperarnos emocionalmente después de un trauma, sin embargo, el único punto malo es la inclusión del romance a tal punto que degrada la trama principal y le resta peso al mensaje final, dejándote con un amargo sabor de boca que pudo ser algo mejor.


Esperamos que la disfrutes en cines y nos vemos en la siguiente estación.

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