Reseña de Cuckoo.

Gretchen viaja a los Alpes alemanes con su padre y su madrastra. En el pueblo en el que se alojan, se topa con oscuros secretos. Escucha ruidos extraños y tiene visiones aterradoras de una mujer que la persigue. Gretchen se ve arrastrada a una conspiración que implica extraños experimentos del propietario del balneario que se remontan a generaciones.

Una narrativa así solo podía salir de la cabeza de Tilman Singer, quiene esta encontrando su propia voz en este género y se posiciona como una fuerte competencia hacia el giro de tramas que también maneja M. Night Shyamalan. Estar rodeado de los Alpes alemanes favorece una estética visual gracias a que las nieblas entre los árboles ayudan al misticismo de las creaturas y el suspenso que el director quiere transmitir.

Hunter Schafer interpreta a Gretchen, una adolescente que no logra adaptarse a la nueva vida que su papá ha creado a raíz de la muerte de su madre, vemos el deterioro de como poco a poco va siendo guiada hacia la locura.

Herr König (interpretado por Dan Stevens), el dueño del lugar, parece ocultar más de lo que revela. Su mirada penetrante y su presencia imponente nos sumergen en la trama.

Desde el inicio de la película sabemos que algo no está bien, esa atmosfera inquietante esta presente durante cada escena y no baja su calidad confirme avanza la trama, los tonos frios de los Alpes ayudan a hacerle saber al espectador que no está seguro en ningún rincón, ni siquiera en las propias cabañas.

Cada noche, Gretchen se encuentra con una criatura que parece acecharla. Las advertencias de los lugareños no la disuaden. Su curiosidad la lleva a explorar los pasillos oscuros y los secretos enterrados.

Singer utiliza criaturas como parte integral de la narrativa. Estas criaturas, que se deslizan entre las sombras, representan tanto los miedos personales de Gretchen como los secretos ocultos por König. La película no se conforma con respuestas fáciles.

El uso del sonido en Cuckoo es muy adecuado para lo que quiere transmitir en este terror, te hace pensar que en cualquier esquina puede estar algo acechando tanto a los protagonistas como al espectador. Música estridente y efectos desesperantes nos acompañan en cada escena. El espectador se siente atrapado en la mente de Gretchen, donde los límites entre lo real y lo imaginario se desdibujan.

Es una película que desafía las expectativas. No es solo una historia de terror, sino una exploración de la psique humana y los secretos que nos persiguen. Aunque algunos momentos pueden resultar confusos, la actuación comprometida de Schafer y Stevens mantiene al público intrigado hasta el final. Cuckoo nos recuerda que, a veces, la verdadera locura está en lo que no vemos, en los ecos del pasado y en las criaturas que acechan en la oscuridad.